domingo, 27 de diciembre de 2015

Noticias de Régimen Escocés Rectificado, finalizando el año 2015

En el último tiempo este blog ha tenido poca actividad. Hubiese querido escribir más en un año tan particular para la Orden Rectificada, pero su ritmo vertiginoso, mis viajes y los acontecimientos que lo jalonaron me impidió hacerlo como hubiese querido. Espero que el año 2016 sea diferente respecto de la atención que merece este espacio.

Para el Gran Priorato de Hispania en particular, y para la Masonería Cristiana en general en América Latina, este año será recordado como el inicio de una etapa fructífera por el hecho de que veremos los “frutos” de tantos años de trabajo (en verdad ya los estamos viendo).


La estructura del RER está compuesta, básicamente por dos clases: La Clase Simbólica que comprende los grados de Aprendiz, Compañero, Maestro y Maestro Escocés de San Andrés (este último Cuarto Grado es la principal diferencia respecto de otros Ritos Masónicos) y una Clase Caballeresca que tiene sólo dos grados: El Escudero Novicio y el CBCS (Caballero Bienechor de la Ciudad Santa) grado de tradición templaria instituido a partir del Convento de Wilhelmsbad celebrado en 1782.

En ese Convento fundacional la Orden de la Estricta Observancia Templaria alemana y los Masones Rectificados franceses, bajo los liderazgos del duque Ferdinand de Brunswick y Jean Baptiste Willermoz crearon nuestro Régimen Escocés Rectificado, de carácter expresamente cristiano.

Hasta mediados de la primera década del 2000, este Rito masónico cristiano -uno de los más antiguos del mundo- era prácticamente ignorado en América Latina, en donde siempre han tenido preeminencia el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (surgido con posterioridad a la Revolución Francesa) y el Rito de Emulación y sus Órdenes Aliadas, de origen inglés.

Sin embargo en Europa, el RER y sus primos hermanos (los derivados del Rito de Zinnedorf) constituyen los Ritos Oficiales de varias potencias Masónicas, a la vez que el RER, en su expresión más tradicional, se estructura en Grandes Prioratos que asientan su jurisdicción geográfica en las antiguas nueve Provincias de la Orden del Temple.

Al tratarse de una estructura vertical, en donde la autoridad descansa y proviene de la Clase Caballeresca, la implantación del RER en América Latina fue un proceso complejo. Por otra parte, el hecho de que existan dos tipos de logias a saber: Las Respetables Logias de San Juan (que sólo pueden trabajar en los tres primeros grados) y las Justas y Perfectas Logias de San Andrés (que son las únicas que pueden conferir el cuarto Grado de Maestro Escocés de San Andrés y deben estar presididas por un CBCS) hizo necesario que, en un principio, estos grados fuesen recibidos en Europa.

Durante varios años, HH. argentinos y luego bolivianos cruzaron reiteradamente el Atlántico para poder completar los grados que permitiesen contar con los cuadros masónicos necesarios para establecer en estas tierras a las necesarias Justas y Perfectas Logias de San Andrés.

Recién en 2012 dejó de ser necesario que los Hermanos latinoamericanos viajaran a Europa para recibir el Grado de Maestro Escocés de San Andrés, pudiendo hacerlo en Buenos Aires y luego, dos años después, en Bolivia. En este año que está por iniciarse, los Hermanos de Chile también contarán con Justas y Perfectas Logias de San Andrés, logrando la autonomía para la creación de Maestros Escoceses de San Andrés.

Dicho así pareciera sencillo; pero la realidad es que este esfuerzo representó decenas y decenas de miles de kilómetros recorridos por muchos HH. sin lo cual nada de esto hubiese sido posible.

El segundo desafío, iniciado en este año que concluye, es el de dotar a América Latina de la estructura necesaria para el funcionamiento de la Orden Interior (la denominada Segunda Clase o Caballeresca). En julio pasado quedó constituida la Encomienda de Santa María del Buen Aire y fue posible la ordenación de numerosos Escuderos Novicios de Argentina, Bolivia y Chile con la presencia de nuestro Gran Prior en su segunda gira a la región.

Esperamos que este año, estas estructuras sean creadas en Cochabamba y en Santiago de Chile, a la vez que sea establecida una Prefectura, y con ella quede constituido el Directorio Provincial de las Logias Escocesas Reunidas y rectificadas de Hispanoamérica.  

Nos preparamos, entonces, para un año crucial en la historia del Rectificado en América. Cercano a la fecha del solsticio del invierno próximo, esperamos –con la presencia de la máxima autoridad de la Orden- crear nuevos CBCS y alcanzar las condiciones que nos permitan funcionar plenamente en ambas clases.

Pero a la vez, es justo reconocer que otras expresiones del RER se han extendido por América del Sur. En este caso adaptadas a las limitaciones que exigen las Grandes Logias de la región, sin la posibilidad de trabajar el grado de Maestro Escocés de San Andrés, que es el vértice del RER en su Clase Simbólica, y sin la Orden Interior.

Si bien a nuestro juicio estas adaptaciones cercenan la armonía y el sentido totalizador del Rito, no es un dato menor el hecho de que estas Grandes Logias hayan reconocido la necesidad de un Rito Masónico Cristiano cuyas raíces son anteriores a la creación de todas ellas. Tal es el caso de Costa Rica y de Perú, (país este último en donde el Gran Priorato de Hispania también tiene presencia).

Esperamos que nuestros Hermanos Rectificados de México, bajo jurisdicción de nuestra Potencia Hermana del Gran Priorato de las Galias, continúen trabajando exitosamente por una Masonería Cristiana que ya se extiende por toda América Hispana.
Que una antigua rama de la masonería europea haya brotado en nuestro Continente es una buena noticia para toda la Familia Masónica. Con nuestras diferencias y singularidades, hemos abierto camino a aquellos HH. que sienten la necesidad de trabajar una masonería acorde a sus manifestaciones espirituales. Y lo hemos hecho siempre con la mano tendida, dispuestos a hacer reales nuestros ideales de fraternidad.

Muchas veces he tratado de explicar en mis libros que la francmasonería ha sufrido profundas mutaciones a lo largo de la historia. Es bueno mantener vivos y activos a estos Ritos que se han resistido a las mutaciones de la modernidad y de las revoluciones, porque en ellos, cualquier masón puede reconocer las piezas que faltan en su propio rompecabezas.

Por otra parte, es bueno también que la francmasonería de corte caballeresco pueda manifestarse como expresión de una de las instituciones (me refiero a la Caballería) más singulares y representativas de Occidente. La Caballería está en la base del fenómeno masónico moderno del mismo modo que la arquitectura sagrada estaba en la base del fenómeno masónico medieval. Somos herederos de ambas expresiones. Puede que a algunos esta frase le haga ruido, pero aún en el más liberal de los ritos masónicos se usan espadas, y debiéramos, en todo caso, preguntarnos cómo llegaron allí.

Prometo escribir más este año, en el que las fronteras del Gran Priorato de Hispania y de toda la Masonería Cristiana tendrá mucho para contar. 




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